COMO SE HACE UN HABANO
En un Habano todo es Tabaco Negro Cubano, descendiente directo de las plantas que Colón descubriera en Cuba hace más de quinientos...
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METODOS DE ELABORACION
Todos los Habanos, salvo algunas excepciones, se hacen de la misma forma en que históricamente...
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Como se hace un habano

El tiempo ha realizado su labor y la hoja por fin está lista para desempeñar su papel en el proceso de confección de un Habano.

PREPARACION DE LAS CAPAS


Las hojas de capa ya están añejadas y listas para la escogida y clasificación finales. Es en este momento en que se deben despalillar.
La moja les concede la condición óptima que se requiere para el despalillo y la escogida y para así poder cumplir su objetivo final de envolver el puro.
Las gavillas de 40 o 50 hojas (según su clasificación) son sometidas a una fina aspersión de agua pura. Las gotas en exceso se sacuden para evitar cualquier tipo de mancha, colgándose las hojas en bastidores para que la humedad se absorba uniformemente.
Posteriormente, las suaves manos de mujeres altamente calificadas realizan el despalillo y el rezagado (clasificación final de la capa. Un movimiento certero elimina totalmente la vena central de la hoja, separándola en dos mitades listas para el rezagado en aproximadamente 20 tamaños y matices exquisitamente definidos.
Estas mujeres trabajan a partir de pilas de hojas que tienen en su regazo, dando crédito al mito popular de que los Habanos se tuercen sobre los muslos de las doncellas.


PREPARACION DE LAS TRIPAS

Por su parte, las hojas destinadas a la tripa y el capote se retiran cuidadosamente de sus pacas para ser examinadas.
Si fuera necesario, se someten a un proceso de oreo para eliminar el exceso de humedad.
Después se colocan en barriles de madera dónde se almacenan hasta que se considera que están preparadas para ser utilizadas.


COMPONIENDO LA LIGADA

La tarea de selección de las ligadas (o mezclas) para cada marca, de acuerdo con sus propias recetas, comienza mucho antes de que las pacas lleguen a la fábrica.
Tan pronto se conoce la programación futura de la producción de la fábrica por marcas y tamaños, el Maestro Ligador elabora la lista de todas las hojas de tabaco que él necesita para confeccionarlos.
En el almacén central se realiza una selección de entre una existencia enorme de pacas que contienen todo tipo de hojas, cada una clasificada según su tiempo (ligero, seco, volado y capote), su tamaño, su edad y, lo más importante, su zona y su área de origen.
Un rasgo verdaderamente distintivo del tabaco cubano es como una superficie agrícola tan pequeña de Vegas Finas de Primera puede producir tan amplia variedad de sabores, y además tan distintos de unas áreas a otras. Realmente, el tabaco que se cultiva en un lado de una carretera en Vuelta Abajo puede saber completamente diferente del tabaco que se cultiva en el otro lado
Existe un vínculo establecido entre la fábrica y las zonas que suministran la hoja para las marcas que ésta produce. Sin embargo, es responsabilidad del Ligador tomar muestra del sabor del tabaco que se utiliza diariamente. Él conoce las recetas de cada marca y vitola, y es el guardián de su consistencia.
La proporción de cada tipo de hoja que el Ligador especifica para cada puro en producción, es conformada por el departamento de ligadas o mezclas. Este hace lotes con las proporciones exactas, entregándose los mismos diariamente a los Torcedores para que puedan realizar su trabajo.
El departamento de mezclas se denomina La Barajita, porque el proceso de ensamblar las hojas para una ligada se asemeja al proceso de barajar las cartas.
Por fin, más de tres después de que la primera hoja fuera recolectada, llega el momento de convertirse en Habano.



Métodos de elaboración

Todos los Habanos, salvo algunas excepciones, se hacen de la misma forma en que históricamente se han confeccionado por los Torcedores y Torcedoras, cuyas experimentadas manos no pueden ser igualadas por máquina alguna.
Como herramientas sólo usan: una tabla de madera, dos cortadores (la chaveta y un pequeño casquillo), una guillotina, un pomo de goma vegetal natural insípida e incolora, el cepo (para verificar longitud y diámetro del puro), y lo más importante la destreza de sus manos
Hay cuatro categorías de Torcedores, y sólo al de mayor categoría se le permite confeccionar los Habanos de mayor tamaño y de mayor complejidad.
Hacen falta muchos años para alcanzar la cima de este tradicional arte, donde solo una cosa ha cambiado con el tiempo: en la actualidad la gran mayoría de los Torcedores son mujeres, es decir Torcedoras.
Es tradición que un lector acompañe con su lectura a los Torcedores en su trabajo, bien sea leyendo el periódico o bien novelas escogidas por elección popular.

TORCIDO (TOTALMENTE A MANO)

En primer lugar, la Torcedora pone ante sí las dos, o a veces tres, medias hojas que forman el capote, colocadas en forma tal que la cara posterior de la hoja donde están más pronunciadas las venas quede hacia adentro cuando realiza el torcido del puro.
Acto seguido, agrupa las hojas de la tripa, doblando y alineando cada hoja para asegurar el ininterrumpido paso del humo en el puro terminado. Todas las hojas se colocan con los extremos de la hoja de sabor menos fuerte hacia lo que será la punta encendida del puro. Así el sabor se intensificará a medida que se fuma. La hoja con el sabor más fuerte y con una combustión más lenta, ligero, se sitúa siempre en el medio de las otras hojas.


Ahora la Torcedora forma el bonche, enrollando las hojas de tripa con el capote, de acuerdo al diámetro preciso del Habano que se esté realizando. El torcido comienza en lo que será la boquilla (parte por la que se encenderá el puro).
La compresión de la tripa debe ser igual en todos los puntos. La cabeza del bonche se corta con ayuda de la guillotina.

La Torcedora confecciona los bonches y los prensa durante al menos 30 minutos en un molde de madera para darles forma.

A continuación, la Torcedora prepara la mitad de la hoja de capa, aún húmeda, para que se ajuste perfectamente a la forma del bonche. La sitúa sobre la tabla con la cara que más pronunciadas tenga las venas hacia arriba, dejando que el lado más suave esté visible en la parte externa del puro.

El bonche se pone sobre la hoja de capa y se envuelve en ella, situando la punta de la hoja de la capa en la boquilla o pie del puro. Con destreza, la punta de los dedos estira y endereza con gran cuidado la hoja en la medida en que el bonche se envuelve en la capa. El estirado de la hoja tiene que ser perfecto.

A continuación viene el gorro. Primero se corta una sección, llamada "bandera", de la hoja sobrante de la capa. Esta se envuelve alrededor de la perilla para cerrar la punta y asegurar la capa.

Para darle el toque final, se corta con el casquillo un pequeño disco en la hoja de capa y se pega sobre la bandera con goma vegetal.

Por último, el puro se corta con la guillotina al tamaño deseado y así concluye el trabajo.

OTROS METODOS (TOTALMENTE A MANO) TRIPA CORTA

Los recortes de los bonches de los puros de tripa larga se combinan con otros tipos de tabaco escogidos y cortados en pedazos para crear las ligadas de los Habanos de tripa corta. El Torcedor enrolla la tripa en la hoja de capote, con la ayuda de un paño flexible que está sujeto a su banco para formar un bonche firme. La capa se coloca manualmente en la forma tradicional.

OTROS METODOS (MECANIZADO)

Los recortes de los bonches de los puros de tripa larga se combinan con otros tipos de tabaco escogidos y cortados en pedazos para crear las ligadas de los Habanos de tripa corta. El Torcedor enrolla la tripa en la hoja de capote, con la ayuda de un paño flexible que está sujeto a su banco para formar un bonche firme. La capa se coloca manualmente en la forma tradicional.